En mi vida,
yo apenas te vislumbro.
Soy pequeño ante tanto tú.
Tus intenciones, calladas,
se muestran grandes,
cuando se descubren.
Yo, simplemente,
observo tu grandeza,
que nunca es ostentosa,
y aún me impresiona,
a pesar del tiempo,
su inmensidad callada
y la luz que irradia.
Tú no sabes de esto,
y lo ignoras todo.
Pero ver tus ojos,
llenos de ancha vida,
me ilumina el alma,
me muestra el camino,
y borra las mentiras
de mi ser pequeño,
que ante tí recuerdo.