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Emma Nevada

Emma Nevada fue el nombre artístico de una famosa cantante de ópera estadounidense de finales del siglo XIX y principios del XX nacida en Alpha (California), el 7 de febrero de 1859. Aunque su apellido original era Wixon, tomó su nombre artístico del estado de Nevada, donde residió.

Emma-Nevada
Emma Nevada en 1885

Debutó en Londres, con La Sonámbula de Bellini en 1880 y rápidamente triunfó a nivel mundial, como soprano de coloratura, especializándose en las partituras de Donizetti y el propio Bellini.
Intervino con éxito durante más de veinte años en las óperas más importantes de Paris, Nueva York, Londres, Viena, Milán… Y por supuesto, también en España, especialmente en el Teatro Real de Madrid y en el Teatro San Fernando de Sevilla, donde actuó al menos en tres ocasiones: 1889, 1890 y 1899.

 

Ópera a pesar del desastre

En la primavera de 1899, con el desastre de Cuba y la pérdida del resto de colonias aún recientes, España era un país devastado moral y económicamente.

En Concreto, Sevilla, como escribió Julio Martínez Velasco, “adoptó una irresponsable postura de pasotismo” y el que pudo, prefirió vivir de las rentas y dedicarse a “los paseos, las tertulias, los cafés cantantes, los reñideros de gallos y los teatros” (1)

Las clases más pudientes esperaban con ansia el Domingo de Resurrección, cuando daba comienzo la tradicional temporada de Ópera en el Teatro San Fernando, auténtica feria de las vanidades hispalense.

Teatro-San-Fernando-1847
Teatro San Fernando en 1847

La programación para la “Grand Season” de 1899 contaba con 24 representaciones, cifra muy alejada de las más de 60 a que se llegaba a mediados de siglo XIX, aunque incluía la presencia de figuras destacadísimas, como el director Joan Goula, la famosa soprano Hariclea Darclée así como la propia Emma Nevada.

 

El ambiente reinante por la Guerra de Cuba

Las heridas provocadas por la Guerra Hispano-Estadounidense aún no habían cicatrizado y la antipatía hacia el yankee y, en general, hacia todo lo anglosajón eran palpables en la sociedad y la prensa de la época. Así, al comienzo de la Semana Santa de 1899, podía leerse en un periódico barcelonés:

Empieza a notarse animación en Sevilla, con motivo de la Semana Santa. Se advierte que este año no visitan la capital andaluza tantos ingleses como en anteriores épocas. Créese que esto es debido a que los hijos de la Gran Bretaña temen que no se les reciba bien a consecuencia de las simpatías que han demostrado por los Estados Unidos… (2)

Hundimiento-del-Maine-1898
Hundimiento del Maine, Febrero de 1898.

A pesar de estas circunstancias, Emma Nevada aseguró su presencia para la temporada operística de Sevilla, convirtiéndose en una de las primeras artistas norteamericanas en pisar suelo español tras la guerra. Eso sí, después de haber sido tranquilizada por sus amistades españolas de que no debía albergar ninguna preocupación al tratarse de una artista muy popular y admirada en España desde hacía años.

 

Arranca la temporada

El 2 de abril de abril de 1899, Domingo de Pascua, arrancó la temporada con el triunfo apoteósico de la Darclée interpretando piezas de Los Hugonotes, de Meyerbeer, que el público obsequió con entusiastas ovaciones, al decir de la prensa. (3)

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La soprano Hariclea Darclée

Para esa misma fecha, debía haber sido el Debut de la Nevada pero, por alguna razón, su actuación se aplazó hasta el día 4 de abril. (4)
Sin embargo, llegada esa fecha, Emma Nevada tampoco actuó, al estar “indispuesta” según informó la prensa, añadiendo que el público sevillano esperaba su actuación con “gran expectación”.

 

El Debut de la Nevada

Finalmente, el día 6 de abril tuvo lugar el esperado debut de la soprano americana. La diva interpretó piezas de Lucía di Lammermoor de Donizetti, una ópera difícil aunque muy habitual en su repertorio.

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Al día siguiente, el “Noticiario Sevillano” insertó la correspondiente crítica musical, la cual no indicaba que durante la jornada anterior aconteciera en el San Fernando nada fuera de lo estrictamente musical. En el plano musical y de manera muy respetuosa, el crítico destaca lo siguiente sobre la actuación de la soprano:

…(Emma Nevada) cantó aquí hace años, cuando disponía del portentoso dominio de sus facultades… (05)

Lo que hace pensar que en aquella ocasión su interpretación no estuvo a la altura de la expectación que se había desatado. A pesar de todo, el crítico también resaltó los grandes aplausos que recibió durante el primer acto así como que:

Estuvo bien en la parte dramática, tanto en la actitud como en la expresión.

También llama la atención sobre la “voz bien timbrada” del tenor, Pietro Ferrari, así como del lucimiento del que hizo gala el barítono Lunardi.

 

La Nevada se marcha

Sin embargo, algo debió suceder que provocó la marcha imprevista de la artista, a pesar de tener más actuaciones contratadas en Sevilla.

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La Regente María Cristina de Habsburgo-Lorena

El día 11 de abril de 1899 la prensa la sitúa en Madrid, actuando en privado ante la Regente María Cristina de Habsburgo, sin que tampoco trascienda nada fuera de lo común:

…Cantó anoche varias composiciones en palacio la eminente artista Sra. Nevada. El pequeño concierto resultó muy agradable. La aplaudida diva cantó notablemente. S. M. la Reina Regente distinguió mucho a la señora Nevada, elogiando su voz y sus admirables facultades de cantante… (6)

 

Estalla la Nevada (fuera de España)

El escándalo estalla una vez que la soprano sale de España rumbo a París, a donde llega el 16 de abril de 1899. Ese mismo día concede una entrevista al corresponsal del londinense Daily Mail que dio lugar a este explosivo artículo:

New York journal, 17 de abril de 1899 (Hacer click para ampliar)

Madame Nevada, elaboradamente insultada en Sevilla.

…Mme. Nevada, la conocida cantante (…) ha huido de España en un estado de gran indignación. Es la primera artista americana que ha visitado España desde la guerra, pero después de haber sido tranquilizada por los españoles residentes aquí, y habiendo sido una gran favorita popular en España, especialmente en Sevilla, hizo compromisos hasta agosto, comenzando en Sevilla durante la Semana Santa. En la noche del estreno, con la ópera «Lucia», se vendieron todas las localidades, pero el teatro estaba casi vacío, excepto por la policía (…) y Mme. Nevada cantó en absoluto silencio.
En el segundo acto toda la elite entró en conjunto, pero se sentó de espaldas al escenario y hablando ruidosamente. Así que la ópera continuó hasta el final, cuando hubo un repentino aplauso. Mme. Nevada regresó para agradecerlo, pero fue silbada por el público (…) Posteriormente, el representante inglés-estadounidense aconsejó a Mme. Nevada que abandonara Sevilla.
En Madrid, la reina, que había sido informada de lo sucedido, invitó a la cantante americana a una soirée en palacio y le regaló una hermosa pulsera de oro con diamantes y zafiros. (7)

La sorprendente historia, con distintas variaciones sobre el texto original, cada cual más incendiaria, corrió como la pólvora en la prensa francesa, británica y, por supuesto, en la norteamericana:

Los españoles dan rienda suelta a su odio era el titular que The Washington Times, mostraba el 17 de abril de 1899 nada menos que en primera página. (8)

Por su parte, The New York Journal titulaba: Audiencia española abuchea a Emma Nevada calificando lo sucedido como una historia de brutalidad.  (9)

En los siguientes días, infinidad de periódicos locales estadounidenses repetirían la noticia, adornándola con diversos titulares en los que los españoles nunca salíamos demasiado bien parados: Emma Nevada siseada en España (10), Los españoles de Sevilla continúan siendo hostiles (11), Los españoles insultan a Madame Nevada (12) , por nombrar algunos.

 

El revuelo llega a España

El Dia, Madrid. 21 de abril de 1899 (Hacer click para ampliar)

En cuanto las noticias llegan a España, son inmediatamente recogidas por la prensa.

El Día, de Madrid, publicaba el 21 de abril un artículo en el que, bajo el titular Patraña Artística trataba de arrojar luz sobre lo sucedido. Primero, resumía las sorprendentes declaraciones realizadas por Emma Nevada a la prensa anglosajona sobre el maltrato al que, según ella, había sido sometida en Sevilla, así como su opinión de que aún no era momento para que los EEUU enviasen representante diplomático a Madrid. Parecer ser que para ella lo sucedido fue un auténtico “casus belli”…

A continuación, la publicación pasaba a dar su versión de lo que realmente ocurrió en Sevilla el 6 de abril de 1899. Lo hacía de esta forma:

Ahora vamos a decir la verdad acerca de este asunto que no es otra cosa que una verdadera patraña artística.
Enma Nevada está en completa decadencia, y no puede cantar ya ni en Sevilla ni en ninguna parte. Si se atreve a cantar en Londres o en New York, escuchará muestras de desagrado, o cuando menos, será recibida por el público con absoluta indiferencia.
Personas que asistieron a la única representación que dio recientemente la Sra. Nevada en Sevilla, nos han asegurado que causa pena profunda oírle algunas notas que no tienen nada de humano y mucho menos de divino.
Para la que fue un día estrella del bel canto, ha sonado la hora fatal de la decadencia. Consuélese con su infortunio y no confunda la ex-diva la lástima con la falta de galantería, que aquí en España se respeta siempre a las damas, sea cual fuere la nacionalidad que éstas ostenten. (13)

Por su parte, el 23 de abril, el “Noticiario Sevillano” reprodujo íntegramente el artículo anterior aunque introduciendo una pequeña variación en la última línea:

…aquí se respeta siempre a las damas y buena prueba dimos al decir lo que dijimos la noche de su fracaso…  (14)

en referencia a su benévola crítica el día posterior de la infausta actuación.

 

 

Conclusión

En la guerra de Cuba los norteamericanos no sólo se sirvieron de su superioridad militar. El papel de la prensa fue crucial para influir en la opinión pública a favor de la confrontación bélica.
Para ello, se esforzaron en crear una imagen de los españoles como seres bárbaros, crueles y despiadados que caló profundamente en el público norteamericano. (15)

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Portada Revista Judge. Nueva York, 9 de julio de 1898 (Hacer click para ampliar)

Es bastante probable que Emma Nevada aprovechase esta circunstancia en su beneficio. Puede que lo sucedido se tratase simplemente de un rotundo fracaso profesional inteligentemente camuflado por la protagonista bajo la apariencia de una historia que sabía totalmente creíble para sus compatriotas.

Cuesta pensar que la alta sociedad sevillana de la época fuera capaz de planificar un motín tan elaborado como el relatado por la cantante. Si así lo fuera, habría sido un tipo de protesta totalmente inaudito que inevitablemente habría sido recogido por la prensa local y nacional.

En cualquier caso el más que probable bulo de la Nevada persistió en el tiempo y sus biógrafos siguen haciendo constar que, en abril de 1899, la diva internacional fue abucheada en Sevilla mientras cantaba «Lucia di Lammermoor» en reacción a la guerra Hispano-Norteamericana (16).

Emma Nevada. Ilustración musical hispano-americana. Madrid, 15 de junio de 1895 (Hacer click para ampliar)

Ni que decir tiene, Emma Nevada nunca regresó a España, retirándose de los escenarios en 1910. Falleció en Liverpool el 20 de junio de 1940, a la edad de 81 años, pocos meses antes antes de que, muy cerca, naciera otra gran estrella de la música, John Winston Lennon. Pero esa es otra historia.

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Bibliografía

(1) Paseo por la Sevilla del 98. Martínez Velasco, Julio.  Editorial Castillejo. Sevilla, 1991

(2)  La Dinastía, Barcelona. 27 de marzo de 1899. Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.

(3) El noticiero sevillano, Sevilla. 3 de abril de 1899. Hemeroteca Municipal de Sevilla.

(4) El noticiero sevillano, Sevilla. 5 de abril de 1899. Hemeroteca Municipal de Sevilla.

(5) El noticiero sevillano, Sevilla. 7 de abril de 1899. Hemeroteca Municipal de Sevilla.

(6) La Época, Madrid. 12 de abril de 1899. Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.

(7)  The Daily Mail, Londres. 17 de abril de 1899. https://newspaperarchive.com

(8)  The Washington Times, 17 de abril de 1899. https://www.newspapers.com

(9) New York journal and advertiser, Nueva York.  17 de abril de 1899. Hemeroteca digital de la Biblioteca del Congreso de EE.UU.

(10) Monroe Monitor, Washington. 22 de abril de 1899.  http://www.mhs.stparchive.com

(11) The Wilson News, Wilson (Carolina del norte). 20 de abril de 1899.  http://newspapers.digitalnc.org

(12) Alexandria Gazette, Virginia. 18 de abril de 1899  http://virginiachronicle.com

(13)  El Dia, Madrid. 21 de abril de 1899. Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.

(14)  El Noticiario Sevillano, Sevilla. 23 de abril de 1899. Hemeroteca Municipal de Sevilla.

(15) «Prensa sensacionalista americana en el s. XIX y su contribución en la guerra hispano-estadounidense. Análisis de las portadas americanas de la época». Trabajo fin de grado en periodismo. Fernando Barahona Gómez. Universidad de Valladolid, 2016. https://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/19590/1/TFG_F_2016_228.pdf

(16) https://msu.edu/~graye/emma/chronolo.htm

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2 comentarios

  1. Quizá Emma Nevada tuvo alguna desavenencia en España, o simplemente al estar aún entonces reciente la guerra de Cuba, era como otros estadounidenses, que nos odiaba simplemente por ser el enemigo en aquel momento. En cualquier caso, parece ser que los norteamericanos utilizaron el descontento de la soprano como propaganda en nuestra contra.
    Parece ser que la maestría propagandística de EE.UU. viene ya de largo. Juzgando el contexto, entiendo el resentimiento recíproco de los estadounidenses y el de los españoles, pues las heridas del conflicto todavía no habían cicatrizado. No quiero que se me malinterprete, no estoy culpando a nadie, pero lo que sí me parece criticable es el amarillismo, el cual parece ser tan viejo o más que la propaganda.

    Un saludo, y perdón por el tocho

    1. No tienes que pedir perdón por nada, Fer. Me parece muy atinado tu comentario.No es fácil saber exactamente lo que ocurriría, probablemente una mezcla de cosas. Una mala actuación, un público susceptible, no es de extrañar que hubiera abucheos. En cualquier caso, como tú dices el meollo de la cuestión es el amarillismo de la prensa y el uso que los «famosos» sabían ya hacer de ella en aquella época.

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